miércoles, 22 de febrero de 2012

A VUELTAS CON LA CUOTA DE LOS GENÉRICOS

Respuestas a la preguntas formuladas por CORREO FARMACÉUTICO


- Los datos de cierre del año del mercado, según IMS, son de crecimiento, pero no significativos en valores. ¿Cómo los valora? ¿De qué son reflejo a su entender?

Los últimos datos de facturación de recetas a oficinas de farmacia financiados por el SNS en el 2011 revelan una tendencia muy clara de reducción del 10,2% en el precio medio por receta que se compensa en parte aún con un aumento del número de recetas del 1,6%, lo cual deja la reducción de gasto en el 8,8%. Las cifras de IMS arrojan un resultado similar para el gasto (reducción del 8%) pero sin aumento en las unidades (el sistema de medición de las unidades de IMS es distinto y cuestionable). Esta tendencia no es nueva sino continuación de la de los años más recientes. El precio disminuye por varias razones: a) la entrada de competidores en moléculas de elevadas ventas que pierden la protección; b) la progresión en la caída del precio de las moléculas hacia el coste marginal forzada por las medidas asociadas a los precios de referencia; c) la escasa entrada de nuevos principios activos, la mayoría de los cuales corresponde cada vez más a dispensación hospitalaria (este gasto continua aumentando y más que compensa en los últimos años la caída del gasto en recetas extrahospitalarias). La situación no es nada nueva: estamos ante un precipicio de las patentes de fármacos superventas, al menos hasta 2014, que no tienen sustituto claro, por ello los precios deben seguir decreciendo como resultado de la lógica natural de la libre entrada en el mercado. Cuando más se fomente la competencia, con mayor rapidez caerán los precios. Resulta inadecuado juzgar la coyuntura del gasto farmacéutico sin tener en cuenta el gasto en medicamentos hospitalarios que en los últimos han crecido a tasas vertiginosas de forma que el gasto conjunto en medicamentos para el SNS no ha dejado de crecer. Lo que está fuera de toda lógica es el aumento continuado en el número de recetas, aún perdiendo población, que en algunos grupos terapéuticos puede estar alrededor del 10% anual. Carece de lógica económica utilizar el concepto jurídico de EFG para analizar el comportamiento de este mercado. Lo adecuado sería, como ya reflejan desde hace tiempo las estadísticas de algunos países, la cuota de mercado de los medicamentos sin restricciones a la competencia y con competencia potencial en los precios, sean genéricos o marcas. Además en un mercado como el español en el que el mal llamado sistema de precios de referencia es en realidad un sistema de exclusión basado en un precio máximo, lo relevante es la cuota de mercado de medicamentos con competencia y la rapidez con la que su precio se acerca al coste marginal. La distinción jurídica EFG/marcas aporta poca información útil para el análisis del mercado.

- El impacto está claro en la factura final, ¿pero cree que se debería recortar aún más?

La caída del precio medio en el mercado con receta en oficinas de farmacia va a continuar en los próximos años como resultado de este llamado precipicio de las patentes a nivel internacional. En lugar de comparar el precio actual con el que tenía la marca durante el período de protección, debiera compararse con el precio en los mercados que han alcanzado un grado notable de competencia en precios. Ahora bien, el impacto real en la factura público va a continuar dependiendo de: a) el comportamiento del número de recetas, al alza a pesar de que la población se reduce, y que depende de la responsabilidad de prescriptores y también, en parte de pacientes; b) el gasto en medicamentos de dispensación hospitalaria, con cifras de crecimiento alarmante desde hace varios años y que supone una puerta abierta a medicamentos de un precio unitario muy elevado y con evidencia sobre eficacia o coste-efectividad más que dudosa en bastantes ocasiones; c) y de la efectividad de las políticas de gestión de la prescripción (incentivos a los prescriptores) y de los cambios imprescindibles en el obsoleto e ineficaz sistema de copago actualmente vigente (riesgo moral).


- ¿Cómo cree que ha influido el RDL 9/2011, que obliga a la prescripción por principio activo, en estas cifras?

Recetar por principio activo es una medida más estética que efectiva. De nada sirve, como se ha evidenciado en Andalucía durante años, recetar un producto de marca pero más caro e igual de efectivos que otros de precio más bajo empleando el nombre del principio activo. Resulta paradójico y poco útil mantener el debate encallado en un aspecto como éste e incentivar sin más la prescripción por principio activo. Lo que cuenta es, primero, que el fármaco sea eficaz y apropiado para el diagnóstico; lo segundo es la relación coste-efectividad. Que sea una marca o un genérico no es para nada relevante como el español en el que la regulación (innecesaria) de precios obliga a la marca a ponerse a precio de genérico si no quiere quedarse fuera del mercado del SNS. Lo verdaderamente efectivo es la obligatoriedad de sustitución por el medicamento equivalente más barato, de momento en España limitada al mismo principio activo.

- ¿Cree que es necesario seguir fomentando el mercado de genéricos para lograr la sostenibilidad o por otros fines sanitarios?

Lo que hay que fomentar no son tanto los genéricos como la competencia de precios cuando finaliza el período de protección. La libertad de precios y las subastas de principios activos irían en la dirección adecuada. El actual sistema de regulación de precios le quita al genérico su principal y única ventaja, el precio, ya que fuerza a las marcas a reducir el precio hasta el nivel del genérico. Ahora bien, observar reducciones en el precio al mismo tiempo que continuos aumentos en el número de recetas por persona, sin que el envejecimiento sirva de coartada justificable, sirve para mantener un volumen de ventas y de gasto que no obedece a los objetivos de un sistema de salud preocupado por la calidad de la atención y por la eficiencia.

- ¿Cómo podría hacerse? ¿Cuáles deberían ser las políticas del nuevo Gobierno para alcanzar la media europea del mercado de EFG?

La cuota de mercado importante para tomar decisiones no es la de los EFG sino la de los medicamentos con competencia potencial. Las limitaciones a la competencia de precios de venta al público de los genéricos observadas en varios países europeos, entre los que se incluye España, se pueden mitigar mediante reformas de las políticas de reembolso o financiación pública que se pueden clasificar en tres grandes grupos: medidas de mejora y profundización del diseño de los sistemas vigentes de fijación del reembolso máximo; medidas de seguimiento de los precios competitivos con la finalidad de reembolsar a las oficinas de farmacia sólo los costes reales de adquisición; y medidas de fomento de la competencia de precios en las adquisiciones públicas basadas en instrumentos de mercado como las subastas competitivas. La experiencia de las medidas adoptadas en los últimos años en Alemania, Bélgica, Holanda, Noruega y Suecia resulta una referencia útil para los países altamente regulados, como España, caracterizados por una limitada competencia de precios de venta al público y descuentos a las oficinas de farmacia.
http://www.econ.upf.edu/~puig/publicacions/Any2010/gs2010.pdf


- ¿Cómo está afectando la crisis generalizada a este sector si es que lo estuviera haciendo?

La credibilidad del ajuste presupuestario en la sanidad depende sobre todo de la capacidad para evolucionar rápidamente hacia una financiación selectiva de las prestaciones médicas, los medicamentos y las tecnologías. Invertir en evaluar el valor terapéutico añadido o la eficacia incremental comparada de un nuevo tratamiento, o de los ya existentes en el mercado, es la forma más efectiva de garantizar la solvencia futura del sistema sanitario público. Paul Krugman, premio Nobel de Economía, ha esgrimido recientemente en Estados Unidos la necesidad de dotar de recursos a la agencia de investigación sobre efectividad comparada y de seguir sus indicaciones basadas en el mejor conocimiento científico como el único remedio viable para la contención del crecimiento del gasto y la solvencia de la reforma sanitaria emprendida por el presidente Obama.
Para que sea creíble el paso hacia una cobertura selectiva de prestaciones, pruebas diagnósticas y medicamentos según la evidencia científica, se precisa un cambio estructural en el procedimiento y criterios de financiación y de fijación y revisión de precios, siguiendo el ejemplo del National Institute for Health and Clinical Excellence (NICE) británico. Es necesario crear una Agencia Evaluadora de ámbito estatal, con autonomía y distanciada de los Gobiernos central y autonómicos, cuyo objetivo sería informar las decisiones sobre financiación, desinversión y reinversión: definiendo/delimitando las indicaciones médicas sobre la base de criterios de eficacia, seguridad, y coste-efectividad; estableciendo la frecuencia y la duración de determinadas intervenciones —también a la luz de esos mismos criterios—; y planteando programas en los cuales la financiación de determinadas prestaciones sea temporal, en función de que se recaben o no pruebas científicas de su efectividad en un período razonable.

No hay comentarios:

Publicar un comentario