La fijación de precios de nuevos productos
farmacéuticos en los Estados Unidos (EE. UU.) es una importante herramienta estratégica
utilizada por las compañías farmacéuticas para conseguir una rentabilidad elevada
a corto plazo, y con una política de penetración del mercado a largo plazo. Diversos
estudios han documentado la competencia de precios entre los productos
farmacéuticos bajo patente en EE. UU.: los precios de introducción fueron más
elevados para los productos farmacéuticos más innovadores, que tenían un precio
más elevado que los productos a los que podían sustituir, y estos precios
elevados tienden a sufrir reducciones con el tiempo a medida que entran más competidores
en el mercado terapéutico. Estos resultados son consistentes con la estrategia
de precios óptimos para nuevos productos de Dean (1969).
Lu y Comanor (1998) han modelizado los precios de
lanzamiento de 144 nuevos fármacos introducidos en EE. UU. entre 1978 y 1987,
con relación a los sustitutos terapéuticos existentes a la entrada en el
mercado (modelo LC). El estudio de Lu y Comanor llega a la conclusión de que los
productos terapéuticamente más innovadores se introducen bajo una estrategia de
descremado o cream skimming (elevados precios de entrada y competencia basada
en la calidad), mientras que los productos farmacéuticos poco innovadores o me-too
se introducen con una estrategia de penetración (precios bajos en la
entrada y competencia en precios). El número de fármacos sustitutos de marca existentes
en un mercado tiene un efecto negativo sobre los precios de lanzamiento reales
y sobre los posteriores aumentos de precio. Con el tiempo el precio medio real
de los productos farmacéuticos innovadores disminuyó ligeramente, mientras que
aumentó considerablemente para los productos me-too. El valor
terapéutico del nuevo medicamento, y la naturaleza de la competencia entre productos
patentados y fuera de patente, aparecen como los principales factores explicativos
del precio de nuevos productos farmacéuticos en EE. UU. Resultados similares a los
de Lu y Comanor (1998), observando un cierto grado de competencia terapéutica
de precios, han sido reportados por otros estudios (Reekie, 1978; Philipson y
Dai, 2003; Wiggins y Maness, 2004).
A pesar de la alta prevalencia de diferentes
formas de regulación de precios, y de la financiación pública en la mayoría de los
países industrializados (solo el Reino Unido, EE. UU. y Alemania no exigen la
aprobación centralizada de precios [OFT, 2007]), el grueso de la evidencia
económica sobre precios de los nuevos productos farmacéuticos se refiere
principalmente a EE. UU., donde los precios de mercado son libres (Berndt y
Newhouse, 2012).
El estudio de Ekelund y Persson (2003) compara las
estrategias de precios para nuevos productos farmacéuticos en el mercado sueco,
con precios regulados, y en los EE. UU. Este estudio emplea las mismas variables
explicativas que el modelo LC para el mercado sueco. Ekelund yPersson concluyen
que los factores determinantes de los precios de lanzamiento de 218 nuevos
fármacos introducidos en el regulado mercado sueco, entre 1987 y 1997, son muy
diferentes a los de EE. UU, al igual que en los EE. UU. los precios suecos de
introducción reflejan el grado de innovación terapéutica (en ambos mercados los
productos farmacéuticos más innovadores recibirán una prima en su precio en
relación con aquellos con un avance terapéutico menor). Sin embargo, todos los
precios bajan considerablemente con el tiempo para todos los productos, independientemente
de su ganancia terapéutica (los aumentos de precios posteriores a la entrada
son raramente permitidos por el regulador); es decir, la normativa que regula los
precios suecos limita las estrategias competitivas de penetración de los productos
farmacéuticos me-too, tal como encontraron Lu y Comanor (1998) en EE. UU.
Asimismo, contrariamente al mercado de EE.UU., en Suecia los precios de entrada
y los precios en los años posteriores no dependen del número de sustitutos de
la marca. Estos autores concluyen que la regulación de precios contribuye a
desalentar la competencia de precios en este país.
El objetivo del estudio de Puig-Junoy y González
(2012) consiste en identificar y cuantificar los factores que influyen en la
introducción de nuevos productos farmacéuticos en un mercado fuertemente
regulado y altamente subvencionado como el español. Este estudio analiza el precio
medio ponderado de entrada de los nuevos fármacos en el período 1997-2005. Contrariamente
a las expectativas y los resultados publicados por Lu y Comanor (1998) para los
EE. UU., y porEkelund et al (2003) para Suecia, en España el valor terapéutico
o el grado de innovación no parece ser un factor clave en la determinación del
precio de entrada de los medicamentos nuevos. Los resultados de este estudio
muestran que en un mercado altamente regulado, sin ningún tipo de mecanismo de revisión
periódica de los precios, los productos terapéuticamente similares (me-too) siguen la misma estrategia de cream
skimming (elevados precios de entrada) que los más innovadores. Estos
resultados indican que las empresas biofarmacéuticas han estado utilizando el
mecanismo de regulación de precios para introducir novedades, con independencia
del grado de innovación, y principalmente como una forma de recuperar la
erosión que la inflación y las rebajas unilaterales de precios provocan en los
precios a medida que transcurre el tiempo.
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